La primera panorámica que descubrimos llegando a Alcúdia, tan solo nos revela una parte de todo aquello que podremos admirar a medida que nos vayamos adentrando en el recinto de murallas que envuelven la ciudad, y que le proporcionan su actual fisonomía. Los primeros vestigios de presencia humana en el municipio se remontan en torno al 6000 a. C. Antiguos pobladores, romanos, bizantinos, árabes y finalmente catalanes, nos han dejado como principal legado, un valioso conjunto patrimonial que se manifiesta alrededor de toda la isla. Está a su disposición tanto un mapa que pueden encontrar en las oficinas de turismo que le servirá de guía para todo aquel que pretenda conocer, en mayor o menor medida, la fascinante herencia que, a lo largo de siglos, ha ido atribuyendo una identidad propia a todos y cada uno de nuestros monumentos. También pueden descargarse un audio guía: Experience Alcúdia app, tanto para iOS como para Android.
Alcúdia adopta su nombre de la antigua alquería islámica de Alqudya. Este término significa “el Pujol” y podría ubicarse en la calle “de n’Amorós” que constituye el punto más elevado del centro histórico, además de coincidir con la plaza más antigua de la villa de Alcúdia, originariamente denominada “de la Carnisseria”, y carente de nombre en la actualidad.
Tras la conquista catalana de Jaume I, los territorios de Alcúdia integraron la porción real en el reparto de tierras que se redactó en el año 1232. Según indican varios estudios relativos a la época, parece ser que, ya en el año 1279, Alcúdia adquiere una cierta relevancia como núcleo geográfico y de población, aunque la ciudad no adquirirá su estructura actual hasta el inicio de la construcción de las murallas, a partir del año 1300, coincidiendo con el reinado de Jaume II.
Las primeras noticias de Pol·lèntia datan del siglo XVI, debido a una serie de hallazgos casuales tan importantes como el busto de Augusto Velado, y que suponen el punto de partida de toda una serie de estudios que se dilatan en el tiempo hasta la actualidad.
Las primeras excavaciones sistemáticas se iniciaron en la década de los 20 con el profesor Gabriel Llabrés Quintana y Rafel Issassi. En 1936 la guerra civil marcó un inciso en las investigaciones, que más tarde se reanudaron hasta nuestros días, con nombres tan destacados como Almagro, Tarradell, Arribas o Wood y, a partir de la década de los 50, mediante la creación del Centro Arqueológico hispanoamericano, sujeto al mecenazgo de la Fundación William Bryant, que finalizó su labor en los últimos años de la misma década, siendo relevada por el Consistorio de la Ciudad de Pol·lèntia.
Arte, naturaleza y arquitectura conviven de forma armoniosa en un museo pensado para despertar todos los sentidos
El Museo Sa Bassa Blanca es un espacio único donde el arte, la naturaleza y la arquitectura confluyen de forma harmónica. El museo cuenta con distintos espacios expositivos: El aljibe, un antiguo depósito de agua que actualmente alberga NINS, una colección única en el mundo de retratos infantiles de los siglos XVI al XIX. Sokrates, un espacio parecido a un “gabinete de las curiosidades” renacentista, donde se mezclan piezas de arte etnográfico con obras de arte contemporáneo como Barceló, Bourgeois o Cattelan. Por último, el edificio diseñado por Hassan Fathy, una construcción hispano-morisca única en Europa del arquitecto egipcio, guarda una colección de arte única, donde se mezcla el arte aborigen australiano y marroquí, con piezas etnográficas y arte contemporáneo de artistas como Domenico Gnoli, Rebecca Horn o Miquel Barceló entre otros. Además, la casa alberga un artesonado mudéjar del siglo XV catalogado como BIC.
En la parte exterior, el visitante podrá recorrer el parque de esculturas, donde podrán descubrir cerca de un centenar de esculturas de los artistas Ben Jakober y Yannick Vu. Asimismo, el jardín, concebido por la artista Yannick Vu como un “Hortus Conclusus”, un jardín medieval rodeado de muros, es un espacio que combina plantas aromáticas, flores y algunas instalaciones artísticas con un espectacular olivar centenario llamado OlivArt.
Servicios: Cafetería, acceso minusválidos, servicio de guardarropa, parking, audio guía
Horario: De miércoles a sábado: 10.00 a 18.00h. Domingo de 10.00 a 15.00h
Tarifas:
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